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Ciencias y Mancias

JERARQUIAS ANGELICALES

JERARQUIAS ANGELICALES

Dentro de la realidad sutil que nos rodea se encuentran Entidades Espirituales que han sido creadas para ayudar a crecer y evolucionar espiritualmente a la Raza Humana.           

Ellos son nuestros protectores y guardianes, permanecen a nuestro lado asistiéndonos desde que nacemos, durante todo el proceso de nuestra evolución, hasta que dejamos este mundo de la materia.            

La época que hoy vive la humanidad es una etapa de aceleración y todo se esta activando; tanto lo “bueno” como lo “malo”. Afortunadamente contamos con esas Entidades Espirituales llamadas Ángeles, quienes nos proporcionan las herramientas necesarias para nuestro desarrollo espiritual, representan la luz y la fuerza que nos guían de vuelta al poder de nuestro ser interior, manejan y trasmiten la energía del amor sublime que emana de la Esencialidad Infinita.            

Los Ángeles vierten su esencia lumínica con el fin de “despertar” nuestra conciencia hacia el mundo espiritual y así como los rayos del sol bañan a toda la humanidad, llenando de energía a algunos y produciendo insolación a otros así la energía angelical del “despertar” llega a todos por igual, aunque no en todos producirá el mismo efecto.             

Los Ángeles con su amor y bondad vienen a enseñarnos que podemos elevarnos a esferas superiores espirituales con sólo la capacidad de pensar, pero es necesario que se les pida ayuda, es necesario hacerle una petición, solamente así pueden intervenir en nuestros asuntos, ellos necesitan de nuestro permiso mediante un pedido desde el corazón, con todo nuestro amor.           

Coros Angélicos se le llama a las diferentes agrupaciones de Ángeles según su Jerarquía divina.  Se llaman Coros porque sus voces cantan alabanzas al Creador, formando la “música de las esferas” también mencionada por los herméticos como vibración básica del Universo.           

Los Coros Angélicos están conformados por nueve Jerarquías de Ángeles agrupados en tres grandes grupos, cada jerarquía esta conformado por ocho categorías de Ángeles, que en total representan los 72 ángeles de la Kabbalah.Cábala o Kabbalah, deriva del hebreo Kabbel, que significa: recibimiento, aceptación, conjunto de normas y herencias religiosas, espirituales y filosóficas y sociales recibidas por los iniciados. Se trata de un tratado filosófico-religioso, cuyo contenido busca descifrar un sentido secreto de la Biblia, a través de una teoría y un simbolismo de los números y letras según la tradición oculta o esotérica de los hebreos.             Cada uno de estos 72 ángeles tiene su regencia durante unas determinadas fechas del año e igualmente durante 20 minutos de cada día.  

Primera Jerarquía           

Los Serafines son los que están frente al Trono de Dios. Sirven al Dios que poseemos en cada uno de nosotros, trabajan especialmente con la energía del Amor Divino y están encargados de despertar ese sentimiento en todos los seres humanos.            

Son conocidos también como los cantores o músicos de Dios, en ocasiones se le representan con instrumentos musicales.  Su misión es la de alabar y cantar glorias a la Esencialidad Infinita engrandeciendo así el Amor Universal.           

Los Serafines nos recuerdan constantemente el milagro del amor y de cómo somos renovados y trasformados plenamente por esta portentosa energía.

El nombre de cada uno es: Vehuiah, Jeliel, Sitael, Elemiah, Mahasiah, Lelahel, Achaiah, Cahethel             

Los querubines, siguen a los Serafines en su frecuencia  angelical más alta, añaden en sus sutiles vibraciones, el deseo de Dios, que se desprenden del movimiento de sus alas Y del sonido de sus voces. Esta esencia, desciende  Pero aun no se materializa           

La palabra “querubín”viene del hebreo: “kerub”que significa “plenitud del conocimiento de Dios”según otros significa: “el que intercede”. Son los guardianes del “Trono de Dios” “Del jardín del Edén”, “Del Arca de la Alianza”y de las estrellas fijas. Los querubines son los que custodian los lugares sagrados.           

Están encargados de despertar la inteligencia en los seres humanos y tienen el deber de cuidar y guardar todo lo que se les encomiende.  Nos ofrecen la posibilidad conocer los misterios de la vida a través de la transmutación del conocimiento en sabiduría.

El nombre de cada uno es: Haziel, Aladiah, Laoviah, Hahahiah, Yesalel, Mebahel, Hariel, Hekamiah.           

Los Tronos son los seres celestiales a los que el hombre le debe el espíritu divino y el cuerpo físico  Sus virtudes son la disciplina, la constancia y la fidelidad. Su vibración es de justicia y equilibrio. Su labor consiste en ver que las decisiones de Dios se plasmen           

No participan en los conflictos, ya que de los Tronos emanan vibraciones que producen substancias para los planos físicos; la preparan como base para nuestra existencia material, ya que su misión es transformar los pensamientos en materia.  

Llevan el registro de las acciones en todos los tiempos o Karma, son también los constructores del orden universal.           

A veces se les representa con ruedas luminosas y llameantes, por que así lo describe Ezaquiel alrededor del año 580 A.C.  Debido a esta representación de “como ruedas de fuego que cargan el Trono de Dios” se definen como espirales que giran, simbolizando que ellos constituyen los vehículos donde se alberga el alma. Los Ángeles de los Tronos son los guardianes de los planetas, por que cada planeta es un trono para nuestro creador.

El nombre de cada uno es: Louviah, Caliel, Leuviah, Pahaliah, Nelchael, Heiaiel, Melahel, Haheuiah.   

Segunda  Jerarquía           

Las Dominaciones son los que regulan el Orden y gobiernan las actividades de todos los grupos angélicos inferiores a ellos.  Son sanadores e integradores a los niveles físico, emocional y mental.  Transmutan lo enfermo en sano, son Ángeles que protegen los hospitales.           

Ofrecen a la humanidad la cualidad de la misericordia.  Nos ayudan a reconciliar nuestro pasado y a encontrar el perdón en nuestros corazones.  Son Ángeles de gran luz y sensibilidad.

El nombre de cada uno es: Nith-haiah, Haaiah, Ierathel, Seheiah, Reyel, Omael, Lecabel, Vasahiah.             

Las Potestades (o Potencias) son Ángeles guerreros y se les representan con armaduras, son el ejército de Dios. Luchan contra el plano astral más denso y se les invoca para librarse de entidades y pensamientos negativos.  Equilibran y reconcilian los opuestos, es decir, donde hay oscuridad buscan la luz, de ellos dependen el equilibrio entre el bien y el mal.  Su misión es la de cuidar del reino de Dios en cada uno de sus aspectos.           

Ellos se encargan de los movimientos y progresos de los mundos, calculan las distancias de los astros, las influencias sobre coordenadas magnéticas de los sistemas           

Los Poderes también trabajan en el plano Astral asistiendo a las almas que han abandonado su cuerpo físico y que se encuentran llenos de temor y sufrimiento por la experiencia llamada muerte. Son los que se encargan de conducir a las almas cuando dejan el cuerpo físico y se encuentran confundidos en el cuerpo astral.            

Las potestades cuando reciben la luz de la oración que eleva el humano para las almas desencarnadas, las transforma en una dulce emanación que como bálsamo alivia a las almas de los dolores, les tranquilizan su angustia y les quita los temores. Protegen al mundo para que no lo tomen las fuerzas involutivas; controlan a los espíritus malignos y guardan los caminos celestiales, ahuyentando al mal.

El nombre de cada uno es: Iehuiah, Lehahiah, Chavakiah, Menadel, Aniel, Haamiah, Rehael, Ieazel.             

Las Virtudes  se encargan de la correcta distribución de las energías en la tierra, por ello trabajan con la energía de la Sabiduría y son las que tienen el don de hacer milagros y realizan cosas que aparentemente parecen imposibles. Transmiten mayor cantidad de energía espiritual en menor tiempo.  Cuando enviamos luz al planeta Tierra, son las virtudes las que intervienen.           

Las Virtudes nos enseñan que somos libres de desear cualquier cosa que pensamos que nos dará paz y felicidad. Nos recuerdan lo importante que es confiar en lo positivo y ser creativos en nuestros pensamientos.            

El Aura de estos bellísimos seres angelicales es de proporciones indescriptibles, con destellos fulgurantes de esplendorosos colores que indican la pureza de la esencia energética que manejan

El nombre de cada uno es: Hahahel, Mikael, Veuliah, Yelaiah, Sealiah, Ariel, Asaliah, Mihael.   

 Tercera  Jerarquía           

Los Principados  son los Ángeles que rigen los reinos elementales y los mantienen dentro del orden Divino; son los guardianes de los grandes grupos y organizaciones creadas para un fin positivo, como las Religiones que se encargan de la evolución espiritual de las naciones. Igualmente son los protectores de los países, de las naciones, de las ciudades y de los líderes políticos vigilando los cambios que deben efectuarse a medida que sus habitantes vayan elevando su conciencia. Cuando esto sucede, ellos propician las situaciones para que los ambientes cambien.            

Ellos crean los ambientes de acuerdo a como los habitantes expresan sus estados de conciencia. Tratan de relacionar las decisiones de los gobernantes con los conceptos universales de verdad y justicia. Se centran en los aspectos psicológicos del mundo tridimensional y pueden ayudarnos a comprender la esencia de nuestras situaciones.  Su facultades son servicios, suministro, serenidad, paz y curación.

El nombre de cada uno es: Vehuel, Daniel,  Hahasiah, Imamaiah, Nanael, Nithael, Mebahiah, Poiael.              

Los Arcángeles son seres súper luminosos, mensajeros que llevan los decretos divinos, están considerados como los intermediarios más importantes entre Dios y los seres humanos.            

Normalmente el ser humano no puede captar la diferencia de vibración entre las distintas jerarquías angélicas, por lo que se ha acostumbrado a llamar “Arcángel” a todos los Ángeles de rango superior, el prefijo y sufijo “arch” deriva del griego que quiere decir “principal”, indicando por lo tanto; primacía, superioridad, poder y “Ángelo” es mensajero y mediador. Sus alas son enormes indicando la velocidad con que se trasladan cumpliendo las ordenes celestiales; también indican el don de ubicuidad, pues los Ángeles pueden tener su  ciencia en todo el espacio que cubre su aura. Cuando mayor su  evolución mas espacio abarca su conciencia.            

El contacto con el mundo Angélico es un contacto directo con la Conciencia Cósmica, con la frecuencia Amor y es en sí mismo Alegría.  Tienen a su cargo la responsabilidad de cuidar el orden en los cuatro puntos cardinales.           

Nos ofrecen la cualidad más elevada de ayuda y amor celestial que podamos usar en nuestras vidas diarias.  Se nos da su luz y fuerza para guiarnos de vuelta al poder de nuestro interior, a través del cual podemos convertirnos en cocreadores del universo junto con la Fuente.

El nombre de cada uno es: Nemamiah, Ieialel, Harahel, Mitzrael, Umabel, Iah-hel, Anauel, Mehiel.               

Los Ángeles propiamente dicho son “los mensajeros de Dios” y los más cercanos al hombre, son realmente los encargados directos de guiar a la humanidad. Son los que conectan a los seres humanos con el mundo espiritual, mensajeros, mediadores, guardianes.           

Son expertos en el manejo de la esencia del Ser y su cuerpo está formado por de este material. Son los principales instructores de los seres humanos y todos los sistemas vivientes del planeta: animales y vegetales.            

Los Ángeles gozan del don de la ubicuidad es decir: están en todas partes, pero no pueden mostrarse por propia voluntad ante las personas sino que éstas deben solicitarles su presencia. Se nutren de la energía del Amor y de la más alta luz que produce la conciencia humana en su camino hacia la evolución.           

Debido a que el desarrollo espiritual de la humanidad no le permite elevarse hacia el mundo espiritual para conversar con los Ángeles, éstos continuamente tratan de influir en nosotros mientras soñamos. Oramos o meditamos, y lo hacen por medio del lenguaje de los símbolos. La claridad que se perciban dependerá del tiempo espiritual. Es decir, una persona que ore y medite, con frecuencia tiene mayor probabilidad de visualizar con más definición que una persona que no lo hace. Los símbolos que usan los Ángeles son muy variados y no necesariamente aparecen ellos portándolos, aunque algunas veces nos los transmiten directamente.           

La luz sublime que emana de los Ángeles es percibida por los seres humanos de acuerdo a su apertura espiritual; es luminosa y brilla en muchísimos tonos angelicales. Muchas veces se distinguen por la refulgencia que brota de su pecho, como una gran luz que parece un maravilloso sol a la altura del chakra del corazón. Otras veces podemos percibirlos solo como una forma luminosa, o como un gran resplandor.           

Su túnica puede ser blanca o de cualquier color luminoso, pero su imagen siempre es bellísima, confortable; da paz, tranquilidad y emana amor  y ternura continuamente. Muchas veces se presentan con alas como de bellísimas plumas, porque así esta el ser humano acostumbrado a reconocerle           

Cada Ángel puede haber estado con un alma concreta durante muchas vidas, ayudándole a obtener las experiencias de luz que necesita para su evolución.

El nombre de cada uno es: Damabiah, Manakel, Ayel, Habuhiah, Rochel, Yabamiah, Haiaiel, Mumiah.     

Este documento forma parte del Taller "Sanado con los Angeles" que será dictado en el mes de Octubre 2006, por:Lic. Ligia Ramos – Terapeuta Holistica 

3 comentarios

beisu -

Me encantò el artìculo. Si es posible quisiera leer algo referente a la comunicaciòn que se tiene con persona(espiritu)

Gina -

Miguel, Rafael y Gabriel, son algunos de los pincipes de las jerarquias angelicales: arcangeles,virtudes y angeles respectivamente.
La realidad de los ageles es un mund maravilloso que estoy empezano a descubrir; espero que todos lo hagan.
Adios. Que Metatron rey de los angeles los acompañe.

Daniel -

en ninguna jerarquía se encuentran los nombres de Miguel, Rafael ni Gabriel, por qué?